LA SEÑAL DE LA CRUZ.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos libranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. AMÉN.
EL PADRE NUESTRO.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre: venga a nosotros tu Reino: hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan nuestro de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden, no nos dejes caer en tentación, líbranos de todo mal. AMÉN.
EL AVEMARIA.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor esté contigo, bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. AMÉN.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espítiru Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. AMÉN.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos libranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. AMÉN.
EL PADRE NUESTRO.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre: venga a nosotros tu Reino: hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan nuestro de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden, no nos dejes caer en tentación, líbranos de todo mal. AMÉN.
EL AVEMARIA.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor esté contigo, bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. AMÉN.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espítiru Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. AMÉN.