21 abr 2008

LITURGIA EUCARÍSTICA

ORFETORIO:

El sacerdote ofrece a Dios Padre el Pan y el Vino, para que Él lo consagre y se convierta en el Cuerpó y la Sangre de Jesús. Junto a esta ofrenda debemos poner nuestras preocupaciones y alegrías, nuestros trabajos, toda nuestra vida para que el sacerdote la ofrezca, también, a Dios Padre por medio de Jesús.

El sacerdote se lava las manos para expresar el deseo de celebrar la Eucaristía con el corazón limpio.

PLEGARIA EUCARÍSTICA:

Comenzamos dando gracias a Dios por todos los regalos que de Él recibimos. Especialmente por haber hecho un universo tan bonito, y por habernos dado la vida; pero, sobre todo, por darnos a su Hijo Jesús.

La acción de gracias nos llena el corazón de alegría y por eso cantamos aclamando al Señor: Santo, Santo, Santo.....

En la Consagración, el sacerdote pronuncia, en nombre de Jesús, las mismas palabras que Él dijo en la Última Cena. En este momento Jesucristo se hace realmente presente en el altar y se repite el sacrificio y el misterio de su muerte y resurrección.

Después de la Consagración, todos juntos afirmamos que se ha realizado ese gran misterio y expresamos el deseo de vivir para siempre con Jesús.

COMUNIÓN:

Razamos el Padre Nuestro para manifestar que Jesús nos ha hecho hermanos, hijos del mismo Padre. Ya no hay entre nosotros divisiones, ni nada que pueda romper nuestro mútuo amor.

Todos los que nos acercamos a participar de la Eucaristía, nos alimentamos de un mismo Pan que es el Cuerpo de Jesús y nos sentimos más hermanos en nuestro caminar hacia la casa del Padre Dios.

Esta participación en la Eucaristía es lo que se llama Comunión, que es como decir común.unión con Cristo y con todos los hombres.

La Iglesia quiere, que al menos una vez al año, todo cristiano se acerque a comulgar; pero además nos anima para que participemos en la Eucaristía muchas veces.

Al acercarnos a comulgar, tenemos que estar en Gracia de Dios; es decir, que en nuestro corazón no haya nibgún pecado grave. También saber que lo que vamos a recibir es el Cuerpo y Sangre de Jesús.

La Iglesia recomienda que no se tome ningún alimento una hora antes; se puede beber agua y, si fuese necesario, tomar medicinas.

Como Jesús es el regalo mejor que podemos recibir en esta vida, al tenerlo ya en nuestro corazón debemos darle las gracias por haberse quedado entre nosotros y haberse hecho para nosotros alimento.

Esta acción de gracias debe prolongarse a lo largo de todo el día, manifestando a todos la alegría que sentimos por tener a Jesús en nuestro corazón.

La celebración eucarística termina con una despedida en la que el sacerdote nos anima a todos a caminar en paz, pasando, como Jesús, haciendo el bien a todos.

LITURGIA DE LA PALABRA

RITO DE ENTRADA:

Lo primero que debes saber es lo que significa la palabra rito. Se llama así a los gestos y palabras mediante las cuales la comunidad cristiana expresa su fe en Jesucristo.

La celebración eucarística empieza con un canto. Recibimos al sacerdote puestos de pie. Debemos ver, en la figura del sacerdote, al mismo Jesús que va a ofrecer su vida por nosotros en el altar

El sacerdote besa el altar y con él todos hacemos la señal de la cruz, para vivir nuestra fiesta en nombre de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo

Después de habernos saludado, el sacerdote nos invita a recordar las veces que no hemos agradado a Dios y a nuestros hermanos. Después de pensarlo en silencio, todos juntos pedimos perdón a Dios nuestro Padre.

Si la festividad que celebramos es importante, cantamos todos o rezamos la oración del Gloria; pero si es tiempo penitencial, entonces no se reza. Luego el sacerdote dice una oración.

PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA:

Por medio de las lecturas de la Biblia, Dios nos habla. Debemos escucharle con atención para descubrir qué es lo que quiere de nosotros y ponerlo después por obra.

El sacerdote nos ayuda a descubrir lo que hemos escuchado, explicándonos la Palabra de Dios. A esto se le llama homilia.

Al rezar todos juntos el credo, respondemos con un Sí a la Palabra de Dios. El credo contiene las verdades de nuestra fe.

Con lo que se llama "Oración de los fieles" le presentamos a Dios las necesidades de la Iglesia, de los pueblos, de todos los hombres, para que Dios nos ofrezca su ayuda.

LA MISA

LA MISA:

Jesús se hace presente a la familia cristiana especialmente en la celebración de la Eucaristía.

Es el acto central de toda la vida cristiana, pues recuerda y repite la muerte de Jesús en la cruz.

Es necesario entender qué sentido tiene lo que estamos haciendo para vivirlo con todo nuestro corazón. En la celebración eucarística hay gestos, lecturas, oraciones, cantos.....

Se distinguen principalmente dos partes: una, se llama liturgia de la Palabra, y la otra, liturgia de la Eucaristía; las dos están totalmente unidas.

LOS SACRAMENTOS

La vida de Dios está en mí, crece y se hace fuerte para los sacramentos.

¿Alguna vez te has preguntado que son los sacramentos? De niña, recuerdo que escuchaba mucho esa palabra, cuando hice mi primera comunión, comprendí que era, con el pasar de los años, el significado lo guardé en un baúl y acudía a ellos sin realmente sentirlos, sin realmente entenderlos.

Es por eso que comparto contigo, cuales son esos sacramentos:

LA MISA, cuando acudimos a la Iglesia y escuchamos la misa, encontramos en ella la liturgia de la palabra, es donde encontramos el RITO DE ENTRADA, y también la PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA; en la liturgia eucarística, es donde encontramos el OFERTORIO, PLEGARIA EUCARÍSTICA, COMUNIÓN, CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA, el saludo para el pueblo, el acto penitencial, decimos el Gloria, la liturgia de la palabra, que es donde encontramos las lecturas, el credo, la liturgia eucaristica y plegaria eucaristica y el rito de despedida, rito de la comunión.

También hay otros sacramentos como es el de la CONFESIÓN.