Los cristianos tenemos que vivir según el mandamiento de Jesús, que es amarnos unos a otros.
Pero no siempre somos capaces de hacer las cosas con amor y, algunas veces, hacemos daño a los demás.
En muchas ocasiones he cometido ese error de no amar a mi semejante, estoy segura que tú también has caido en eso.
Te invito a que juntos oremos para pedir ese amor para nuestros semejantes.
Padre Dios, tú que sabes que algunas veces nuestras palabras y nuestras obras pueden hacer daño y escandalizar a los demás. Yo quiero pasar por el mundo haciendo el bien, como Jesús. Ayúdame a dar siempre buen ejemplo, porque soy débil y me faltan las fuerzas. Amén.